sábado, 2 de mayo de 2015

Monsters of Rock 02/05/2015

2 de mayo de 2015
Ciudad del Rock
(Buenos Aires, Argentina)

Por Román Gaydukov; fotos: Román Gaydukov


"DINOSAURIOS DEL ROCK"

La séptima edición del Monsters of Rock de Argentina, exactamente una década después del último festival, nos traía a Ozzy Osbourne, Judas Priest y Motörhead. También sería la primera edición del festival al aire libre en el país, contando con una audiencia superior a los 35 mil espectadores.



El tiempo no acompañó por la mañana del 2 de mayo de 2015 con varias tormentas que se fueron sucediendo y las cuales el pronóstico había previsto, lo cual no evitó que a partir de las 7 de la mañana ya comience a concentrarse gente (salvo un grupito de valientes que cayó a las 2 am). Pero para el horario en cual se debían abrir las puertas, el sol comenzó a asomarse. La entrada se demoró una hora y para el impaciente público las puertas se abrieron exactamente a las 14hs., momento en cual en el escenario comenzaba a tocar la banda El Buen Salvaje. Fue muy raro entrar con música. Como siempre los chequeos fueron rigurosos para algunos y permisivos para otros, todo dependía de la suerte. Para acceder al campo VIP se entregaban cintitas verdes a los espectadores, para que los puedan identificar los guardias que dejaban pasar a aquel sector. No hace falta decir que este control fue sorteado por algunos con entradas del "campo general", aunque quienes intentaron saltar la valla para llegar al sector delantero terminaron bastante mal y fueron sacados del recinto.

Cabe destacar también la mala organización con la venta de entradas online. Muchos de los que compraron sus tickets semanas o meses antes, debieron venir al lugar para retirarlos y esperar... esperar... esperar. ¿Era tan difícil enviar las entradas? ¿O tener los datos de cada comprador? ¿O dar la opción de nombrar a la persona que retira en la página para que sea más fácil el proceso? La improvisada boletería dentro de un container en Ciudad del Rock no solucionó los problemas, haciendo que algunos tengan que hacer fila y esperar varias horas para tener su entrada en mano.

Volviendo a lo que fue el show... El Buen Salvaje cumplió con un horario corto de veinte minutos, en los cuales tuvo buena interacción con el escaso público, a quienes regalaron remeras y discos. El sonido fue muy bueno, por más que la propuesta de la banda no encajara mucho con el Monsters of Rock. 

Para las 14:40 había mucha más gente y Plan 4 arrancó en horario. Nuevamente con un gran sonido, la segunda banda encargada de calentar a la gente, a base de riffs muy interesantes lograron terminar un gran show. Lo cierto es que Plan 4, con más de diez años de carrera, es una banda que en el último par de años viene pisando muy fuerte en el ambiente local.

Cerca de las 15:20 salió al escenario Carajo. Con varios comentarios "negativos" en la previa por "no ser del palo", los de Corvata demostraron mucha solidez y a lo largo del show el sonido fue excelente. Muchos corearon sus canciones, incluso parte de "Sacate la mierda" fue cantada por completo por la gente. Fue lo mejor que dejó la propuesta nacional del festival, aunque es verdad que el estilo del grupo no gustó mucho entre la mayoría de los asistentes. 


Pasadas las 16hs. Malón hacía acto de presencia y se despechaba con todos sus clásicos. El sonido bajó un poco de calidad pero esto no impidió que el Tano y Claudio hicieran de las suyas para que haya mucho pogo y mosh. Fue la banda encargada de poner en ambiente a la gente y la primera con un sonido "heavy clásico". 
Para acortar la espera entre Malón y Motörhead, en un escenario especial tocó HeavySaurios para los más chicos, en el espacio denominado "Little Monsters", aunque desde la valla del campo VIP no se escuchó una sola nota debido a la distancia entre los escenarios. 

Además, para entretener a la gente entre las bandas y durante los shows que no eran del agrado de alguno, el predio estaba colmado de puestos de toda índole, de ropa, de comida, etc. Bastante parecido a lo que es el ambiente de eventos como el Personal Fest o los festivales de música electrónica. Y acá cabe mencionar que las remeras oficiales del evento de alguna forma "omitieron" el nombre de Ozzy Osbourne. ¿Cómo pasó? Nadie informó nada. Algunos rumores de que Ozzy (o más bien Sharon) no querían que salga su logo en la remera, pero nadie salió a aclararlo. 



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---- MOTÖRHEAD ----
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La gran expectativa del Monsters era sin duda alguna Motörhead. No porque sea una banda más grande ni porque tenga más publico que Ozzy o Judas, sino debido a la salud de Lemmy, quien canceló un show en Brasil por problemas gástricos. Se anunció que se había recuperado y dio dos shows en Brasil antes de pisar la Argentina, pero el miedo persistía. Ian Fraser, mejor conocido como Lemmy salió al escenario minutos pasadas las 17hs. y todo el público explotó; Ciudad del Rock estaba casi lleno para ese momento, más de 35 mil espectadores se habían hecho presentes.

Arrancaron con "Shoot You in the Back" de su clásico disco "Ace of Spades", dando cátedra. "Do you feel good Buenos Aires?" (Se sienten bien Buenos Aires?) preguntó Lemmy y después de la respuesta con un "Yeah!!" del público, Lemmy dijo con un español un poco raro "say: Si, señor" (digan "si, señor"). La mano derecha le temblaba y él estaba muy estático. Muy distinto a la vez anterior. ¡Pero no paraba de tocar! Por momentos se quedaba sin voz, pero seguía porque es Lemmy y Lemmy no para nunca!

El sonido fue excelente, aunque en el último par de canciones fueron subiendo el volumen lo cual bajó un poco la calidad de la mezcla final, pero ya sabemos que a Lemmy, Phil y Mikkey les encanta tocar al palo! Sino no serían lo que son. 

Los solos de Phil y Mikkey, por cierto, ambos geniales y demoledores, le dieron un poco de aire a Lemmy, quien en diciembre cumple 70 años, para seguir y terminar el show de poco más de una hora de duración con los clásicos "Ace of Spades" (unos km/h más lento de lo acostumbrado) y "Overkill". Para aquel momento el sol se estaba poniendo en el horizonte marcando la despedida de Motörhead. ¡Lemmy no mueras nunca!


Setlist de MOTÖRHEAD

01. Shoot You in the Back 

02. Damage Case 
03. Stay Clean 
04. Metropolis 
05. Over the Top 
06. Solo de guitarra Phil Cambpell
07. The Chase Is Better Than the Catch 
08. Rock It 
09. Do You Believe 
10. Lost Woman Blues 
11. Doctor Rock (incluyendo solo batería Mikkey Dee)
12. Just 'Cos You Got the Power 
13. Going to Brazil 
14. Ace of Spades 
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15. Overkill 




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---- JUDAS PRIEST ----
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Después de armar un escenario con telones, a las 19hs comenzaba a sonar la intro "Battle Cry" y aparecían sobre las tablas, primero Scott Travis para ocupar la batería, luego Ian Hill machacando su bajo con el clásico movimiento de metrónomo que lo caracteriza, y en las violas el activo Richie Faulkner (¿K.K cuánto?) y el enorme Glenn Tipton ocupaban el frente de batalla. En off una potente y aguda voz entonaba las primeras estrofas de la nueva "Dragonaut" (de su más reciente lanzamiento "Redeemer of Souls", el cual venían a presentar justamente); Rob Halford salía al escenario con su clásico tapado de cuero lleno de tachas, mostrando toda su potencia vocal y ocultando el paso del tiempo.

Ya era casi de noche y el juego de luces comenzaba a hacer lo suyo. El sonido impecable; muy potente. Un repaso por grandes clásicos como "Metal Gods", "Devil's Child" y la enorme "Victim of Changes" hizo explotar a la audiencia. Halford maltrataba sus cuerdas vocales dándolo todo de si para alcanzar cada una de las notas. Y lo logró con creces a sus 63 años (cumple 64 en agosto).

Con otro estreno como "Halls of Valhalla" Judas demostró que no vino al Monsters para vivir de las glorias del pasado, sino que estaban en actividad y que tenían un disco para presentar. Luego vendría (para sorpresa de muchos, supongo) la canción más festejada de la noche: "Turbo Lover"; entre pogo y mosh la masa de más de 35 mil personas hizo vibrar todo el lugar. Es curioso que en su momento "Turbo Lover" haya sido la oveja negra de la familia y hoy en día tiene este recibimiento. La homónima "Redeemer of Souls" marcó la tercera canción nueva presentada por Judas Priest al público, para después descargar con clásicos como "Jawbreaker", "Breaking the Law" y "Hell Bent for Leather", antes de tomar un corto descanso.

Desde la oscuridad comenzó a sonar "The Hellion" y con "Electric Eye" Judas Priest volvía al escenario para seguir con su demoledora presentación. Y no contentos con haber puesto la vara muy alta, se despacharon una excelente versión de "Painkiller", tras la cual Halford parecía totalmente agotado tras dar con cada una de las exigentes notas de uno de los grandes éxitos de la banda. Judas Priest se despidió y Scott Travis, quien parece un pulpo a la hora de tocar, preguntó si queríamos una canción más. Obviamente que la respuesta fue que si.

"Living After Midnight" dio por terminado un show sobresaliente que hizo arder al público. Una hora y cuarto de duración, algo corto, pero que por su intensidad no lo pareció, para nada.


Setlist de JUDAS PRIEST

00. Intro: Battle Cry
01. Dragonaut
02. Metal Gods
03. Devil's Child
04. Victim of Changes
05. Halls of Valhalla
06. Turbo Lover
07. Redeemer of Souls
08. Jawbreaker
09. Breaking the Law
10. Hell Bent for Leather
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11. The Hellion / Electric Eye
12. Painkiller
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13. Living After Midnight





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---- OZZY OSBOURNE ----
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El show de Ozzy estaba anunciado para las 21:20hs, casi una hora de espera después de terminado el show de Judas. Demasiado. Aunque para alegría de todos, a las 21hs. en punto se apagaron las luces y comenzó a sonar "Carmina Burana" de Carl Orff como apertura. Ozzy desde el fondo, desde el anonimato, decía su clásico "cu-cú" y "I can't hear you" ("no los escucho"), para hacer que la gente explote de emoción. "Bark at the Moon" abría la noche para el Madman. Gus G en la viola emulaba con maestría a Jake E. Lee, a Randy Rhoads y a Zakk Wylde, marcando su estilo en cada nota. Tras las baquetas Tommy Clufetos parecía odiar cada parche y lo golpeaba con tanta fuerza que hacía vibrar todo el lugar. Adam Wakeman (hijo del gran Rick) saltaba del teclado a la guitarra según lo requería la canción y lo hacía con maestría. Mientras que el bajo se hacía sentir con violencia en las manos de Blasko.

Ozzy Osbourne salió con su banda a llevarse por delante al mundo. Después de "Bark at the Moon" vino "Mr.Crowley", que bajó el ritmo que el show aún no había tomado. Ozzy tiró espuma a la valla y a la trinchera de los fotógrafos (algunos se retiraron con caras de pocos amigos; ¿para qué vinieron a cubrir el show? no se entiende el poco profesionalismo; otros lo tomaron con la alegría que merecía el momento).

Con el clásico "I Don't Know" la energía parecía volver, pero parte del público pareció enfriarse un poco. Era difícil superar lo hecho por Judas Priest y Ozzy pareció en inferioridad de condiciones - otro que en diciembre cumple años, llegará a los 67. No fue problema el sonido, tampoco la entrega de la banda de Ozzy. Pero tal vez una mala elección y distribución de los temas ejecutados llevó a un cierre un poco menos intenso, aunque no menos genial.

Sin olvidar su pasado por Black Sabbath, Ozzy se despachó con "Fairies Wear Boots", una de las cinco canciones del disco "Paranoid" perteneciente a su ex banda que tocaría durante la noche. Mención especial merece el imbécil que subió al escenario para tirarse encima de Ozzy. La gente de seguridad reaccionó tarde pero sacó a ese desubicado; por suerte no pasó a mayores y el show continuó.

"Suicide Solution", "Road to Nowhere" y "Shot in the Dark" fueron un triplete de lujo con los cuales Ozzy repasó su carrera solista. Luego vendrían "War Pigs", "Iron Man" y "Rat Salad" de Black Sabbath, incluyendo la última los solos de Gus G y Tommy Clufetos.

Después de "I don't want to change the world" y una magnifica interpretación de "Crazy Train", Ozzy volvería para despedirse con "Paranoid", el clásico de Black Sabbath, durante la cual tiraría más espuma a los fanáticos. Terminado el tema los músicos saludaron y se retiraron tan rápidamente que muchos pensaron que iban a volver por al menos un tema más. Pero no. Poco más de hora y cuarto de show se hizo bastante corto. La gente comenzó a retirarse del lugar, el frío se hacía sentir cada vez más y más... Se habían terminado las casi 8 horas de show contando a todas las bandas y de fondo sonaba "Changes" de Black Sabbath, con la cual suelen cerrarse los shows de Ozzy. Pintaba la tristeza porque todo había terminado, pero ganaba la satisfacción de haber visto el mayor espectáculo de rock que haya hecho en el país en por lo menos dos décadas.


Setlist de OZZY OSBOURNE

00. Intro: Carmina Burana (Carl Orff)
01. Bark at the Moon 
02. Mr. Crowley 
03. I Don't Know 
04. Fairies Wear Boots (cover Black Sabbath)
05. Suicide Solution 
06. Road to Nowhere 
07. War Pigs (cover Black Sabbath)
08. Shot in the Dark 
09. Rat Salad (cover Black Sabbath) (incluye solos de guitarra y batería)
10. Iron Man (cover Black Sabbath)
11. I Don't Want to Change the World 
12. Crazy Train 
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13. Paranoid (cover Black Sabbath)






El regreso fue un poco desorganizado. La producción se gastó en poner micros para traer gente y no para llevarlos de regreso; ésto último era un poco más necesario, ¿no?. También hubo falta de criterio de parte de la gente; no hacía falta dejar los autos y los micros sobre las avenidas Roca y Cruz para cortar el tráfico de las dos arterias de la zona, si usaban de estacionamiento la avenida Escalada todo hubiese sido más fácil. Sin olvidar a los señores que estacionaron directamente en la senda del Metrobus...

Algunos se quejaron del transporte público, pero la verdad es que fue más por el desconocimiento de la zona que por otra cosa. Si se caminaba una parada más, se podía tomar el colectivo casi vacío y evitar las demoras. Hubo muchas quejas por la inseguridad afuera del predio, aunque no hubo un solo caso de robo o violencia (adentro los pungas de siempre - ya nuestro evento en facebook sirvió para reencontrar documentos perdidos con sus dueños)... fueron quejas relacionadas más con pensamientos o ideales políticos que comentarios objetivos. Pero muchachos, la música y la política (y/o el fútbol) no se mezclan. 

Demoras en la vuelta hubo como en la mayoría de los espectáculos de esta índole. Salvo que hubo que caminar menos hasta las paradas, como en el caso de GEBA o el estadio de River o el estadio de Ferro, por dar algunos ejemplos. En menos de dos hora ya no quedaba rastro de las 35 mil personas que pasaron por Ciudad del Rock. 

Ojalá que espectáculos así se repitan más seguido. Por lo pronto, lo visto el sábado 2 de mayo de 2015 fue algo HISTÓRICO!!


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